En nuestro grupo de trabajo
tratamos de analizar un producto básico de primera necesidad, asequible en
precio y que nos sorprende por su sabor: las
galletas Relieve OPEY de Lidl.
Estas galletas se parecen en paladar y textura a las galletas Chiquilín de Artiach, crujientes y con cierto
sabor a coco. Según leemos en Gananzia.com, "las galletas fueron inventadas por los
dueños de Artiach a principios del siglo XX, a partir del protagonista de una
película de Chaplin, bautizado en España con el nombre de ‘Chiquilín’. En la
publicidad se utilizó a un niño muy parecido al actor de ese filme. Sus
ingredientes eran los habituales de una galleta con mucho coco, que le aporta
su característico y especial sabor".
Pero como mandan los cánones del
mercado actual y al que cada día estamos más acostumbrados, las marcas de
distribuidor han copiado al original (e incluso, a veces, superándolo), en este
caso, consiguiendo un producto de calidad a un precio irrisorio. Es lo que más
nos llama la atención, su precio: 89 céntimos de euros para el paquete de setecientos
gramos. Este precio coincide con el de las
galletas relieve de Aldi. A 1,27
euros por Kg, es también el mismo que el de las galletas relieve Hacendado de Mercadona.
Con respecto al fabricante, Lidl sólo nos ofrece un CIF: A-34xxx501,
en los inicios de esta forma de comercio los distribuidores no ofrecían ni eso,
ahora haciendo uso de www.axesor.es vemos
que el fabricante es Galletas Gullón,
en la localidad palentina de Aguilar de Campoo.
Galletas Gullón es una empresa española perteneciente al sector de
la alimentación, dedicada principalmente a la producción de galletas. Fue
fundada en 1892, llegando en 2009 a consolidarse como el primer productor
nacional de galletas, con una producción anual de 102 millones de Kg y una
facturación de 163 millones de euros.
A pesar de la importancia del
valor de su marca, la tercera parte de su producción se destina a marcas
blancas. Por ello, pese a ser el primer productor nacional de galletas, Gullón ocupa el cuarto lugar en cuanto a
cuota de mercado, por detrás de Kraft
Foods, Cuétara y Artiach.
De todos los productos de
proveedores españoles exportados por Lidl
España, el top tres lo forman, por este orden, las aceitunas del proveedor Cazorla, las
palomitas de maíz para microondas (en cajas o sobres de 300 gramos) de Liven, y la Galleta María
(paquete de 800 gramos) de Galletas Gullón.
Apreciamos la importancia de Galletas
Gullón, una vez realizado nuestro análisis, pero nos hubiera sido imposible
llegar a tal conclusión in situ, en
cualquiera de los espacios compartidos con otras marcas de distribuidor en las
góndolas de los establecimientos de Lidl.
Desconocíamos que detrás de las galletas relieve “OPEY”, producto perteneciente
al amplio surtido de marcas blancas comercializadas por esta compañía alemana
(casi un 80%), y con una red de más de 10.000 establecimientos distribuidos por
toda Europa, podría encontrarse este importante fabricante castellano.
Son características empleadas en la distribución comercial propias de una
estrategia de contramarcas, el distribuidor se comporta casi como un
fabricante eligiendo formatos, logos, envases y estableciendo distintos niveles
de precios y calidades, tratando de alcanzar el máximo parecido a las marcas de
los fabricantes, manteniendo tales movimientos ajenos al consumidor final,
incapaz de relacionar la marca creada con su pertenencia al distribuidor.